Polvo...

Fue acumulandose día a día, convirtiéndose en la espesura negra que cubrieron tus recuerdos.
Recuerdos olvidados, en algún lugar del alma, llenos de polvo, en cada una de sus hojas, en cada uno de sus días pasados, en cada uno de los sentimientos más profundos.
No quería recordar aquel dolor agudo, que desgarró su corazón. Miedo de tener miedo, eso lo paralizó.
Pasaron los años, así y todo, el olvido no borró el recuerdo y eso hace que cueste abrirse plenamente, que cueste darse a conocer de verdad, mostrar su lado sensible, sacudir el polvo y despertar sus sentimientos.
Hasta que algo cambia, él cambia, su lugar, sus costumbres, sus horarios, sus comidas, sus convicciones y el polvo. El viento sopló fuerte, y el pasado volvió a ser presente.
Y volvió a llorar.
Lloró por el nuevo día y por la nieve que toco su cara ese día.
Lloró por lo que perdió y por lo que ganó.
Lloró por estar tan cerca y tan lejos...

El recuerdo se plasmo en su retina, y quemó la cornea...así quedó, en la locura.
Locura de mirar sin ver, de escuchar sin oír...
Locura que el polvo había coronado.

Are you sure

Look around you, take a good look
And tell me what you see
Are you sure that this is where you want to be?
(Nelson Willie)